PIZARRA

Las pizarras son rocas metamórficas compactas y de grano fino, que se caracterizan especialmente por presentar una foliación o esquistosidad muy homogénea y penetrativa, lo que permite que se puedan dividir en delgadas láminas paralelas y de superficie lisa.

En su origen, estas rocas fueron sedimentos arcillosos que se depositaron en las cuencas oceánicas con otros materiales, transformándose en pizarras por los efectos de las grandes presiones y temperaturas que se produjeron al colisionar las placas terrestres que generaron las antiguas cordilleras.

La esquistosidad es una característica secundaria, que se debe a la orientación planar de los minerales principales que componen estas rocas, producida por las altas presiones tectónicas y el metamorfismo que han sufrido.

El término genérico Pizarras comprende una gran variedad de rocas, de aspecto y composición muy diferentes y que son frecuentes en las formaciones geológicas más antiguas (Precámbrico y Paleozoico). Sin embargo, las pizarras ornamentales de interés minero-industrial como materiales de construcción son sólo algunas, que deben reunir unas propiedades intrínsecas (composición mineral, dureza, flexibilidad, impermeabilidad, durabilidad, etc.) y condiciones de los yacimientos muy especiales, como es el caso de Villar del Rey.

Las principales características superficiales de nuestras pizarras son:

• Color negro intenso.
• Grano muy fino.
• Superficie muy lisa y homogénea, con veta en abanico.
•  No se observan venas de cuarzo ni otros elementos negativos.

La composición mineralógica es principalmente sericita (70%) y clorita (15%) pero también consta de cuarzo, materia carbonosa, minerales metálicos y otros minerales.

La pizarra de Villar del Rey tiene un uso variado. Se utiliza para cubiertas, solados, exteriores, revestimiento de fachadas, encimeras para cocina, cuartos de baño y utensilios para hostelería.

Generalmente, el acabado normal de la pizarra es el natural, que se obtiene después del proceso de exfoliación. La apariencia de la roca ofrece una superficie lisa y regular, aunque pueden presentarse pequeñas escamas producidas por la propia naturaleza de la pizarra.

Las pizarras destinadas a solados y aplacados suelen presentar el mismo acabado natural, pero para interiores puede ofrecer un acabado en corte. Este acabado le otorga una superficie más lisa de lo habitual. También se puede encerar.

Las pizarras para mampostería no ofrecen un acabado especial, sino el propiamente producido por un corte o aserrado de alguna o varias caras.